Un vegetariano llega a una fiesta y es recibido por la anfitriona, una vieja amiga. Tras una breve espera del herbívoro, ella le abre la puerta y se inicia la charla:
A -¡Hey! ¿Qué tal? Entra, entra... Joder, qué día más malo. ¿Te ha llovido por el camino?
V -No, es que soy vegetariano.
A -Eh, no... te preguntaba por el tiempo.
V-No, no, es porque le tengo mucho cariño a los animales y...
A -Tío, ¿de qué vas?
V -Eeeh...¡ah! Vale, vale. Pensaba... bueno, llovió un poco, pero no mucho.
A -Bueno, pasa. Ahí están los demás.
V -He traído tofu.
Un saludo a todos los pseudovegetarianos que se comen su bocadillo de pechuga de pavo al llegar a casa, sin acritud.
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