Eros, thanatos y todo lo demás

El existencialismo nos ha hecho libres sin saber si estamos preparados para esta carga, de tal modo que ha entregado a la aleatoriedad y al caos más de lo que quizá podríamos soportar. Así, nuestra civilización se juega su destino a un cara o cruz, en el que el resultado es tan aleatorio como las decisiones de millones de personas. De este modo, esta súbita y subrepticia libertad individual para autoconstruirnos podría derivar en una bella utopía o en la más horrorosa distopía. Lo más aterrador es que todo se reduce a lo más sencillo, a un conflicto a nivel individual entre el instinto y la razón, como medios de autoconstrucción personal, si interpretamos este conflicto desde la perspectiva de la búsqueda de sentido y las acciones potencialmente trascendentes. Ambos caminos son totalmente diferentes y conducen a destinos totalmente opuestos.

Por una parte, podemos tomar la decisión fácil y dejar que nuestros impulsos e instintos guíen nuestra vida, gran parte de ella o momentos puntuales de la misma. El problema radica en que nuestros instintos carecen de significado, son incapaces de generar un sentido, de construir una esencia personal y una identidad fuerte a largo plazo. El eros y el thanatos como impulsos irracionales en sus más variadas manifestaciones, sólo son capaces de generar vacío existencial y nihilismo, pues carecen de un componente trascendente y simbólico que podamos usar como elemento definitorio de nuestra personalidad. Me refiero al impulso eros cuando hablamos del amor al dinero y el enriquecimiento personal; la erótica del poder y el uso de éste para rendir culto a la propia personalidad; el narcisismo; el enclaustramiento en el propio ego; el culto desmedido al cuerpo; el sexo impulsivo y sin amor, que sólo busca el placer inmediato a través de la falsa seducción de los incautos; personas que destrozan su amor por un polvo de una noche... y al thanatos cuando hablamos de tendencias autodestructivas como la drogadicción o la puesta en riesgo de la propia vida para sentir el placer inmediato de la adrenalina; acciones violentas y destructivas movidas por la furia, la rabia, la ira, el odio...

Sobra decir que todas estas conductas carecen de un significado trascendente y que sólo reportan un placer inmediato que no podemos acumular; por ello, pueden sumergir a los individuos en un círculo vicioso de perpetua insatisfacción, infelicidad y sinsentido, que son una forma de destrucción pasiva, capaz de corroer el alma de una persona desde dentro hacia fuera.

Sí, es cierto que tengo la suficiente capacidad dialéctica, para echarle cara, meterme en un ayuntamiento, estafar, estafar, estafar y enriquecerme hasta que me pudra rodeado de billetes; también tengo una cama donde meter y follarme hasta morir a cualquier zorra que me guiñe un ojo en una discoteca, pero... ¿para qué? ¿qué me reportaría eso más allá de un placer efímero y sinsentido? ¿qué clase de persona sería? ¿qué identidad estaría construyendo para mi mismo? ¿quién sería? Nadie, sólo estaría lanzándome a la nada más absoluta, porque nuestras acciones no son un simple reflejo de lo que somos, sino el medio mediante el cual nos construimos.

Por ello, creo necesario que, en estos tiempos tan difíciles para las esencias y el sentido, sometamos nuestros impulsos a la razón, contemos con unos valores fuertes y una moral estricta que nos permita desarrollar una conducta trascendente y llena de sentido. De este modo, nuestros actos tendrán un efecto positivo sobre la construcción de nuestra propia identidad y de nuestras relaciones personales. Debemos actuar como si la Historia nos estuviese observando y fuese a escribir nuestra vida en un libro que perdurará por los siglos de los siglos; sólo así conseguiremos una manifestación exógena de nuestro yo, que pueda ser aprovechada por toda la sociedad; sólo así seremos alguien para nosotros mismos y para los demás; sólo así gozaremos de una vida llena de sentido y felicidad.

Por el contrario, si sucumbimos con exclusividad a los dictados del eros y el thanatos, estaremos cayendo en el sinsentido, en el vacío existencial y en el nihilismo. Está claro que no iremos al infierno, pero sí permitiremos la desilusión, la apatía y la infelicidad cada vez más generalizada, con todos los riesgos que ello conlleva para nosotros mismos, para nuestra sociedad y nuestra cultura.

Personalmente, jamás intentaré legitimar un acto impulsivo con mi "juventud", "mi debilidad", "la duda" o "mi naturaleza", pues todas esas excusas no son más que anestesia para la conciencia; somos seres maduros, fuertes, racionales, culturales y capaces de tomar las riendas de nuestra propia existencia. Así, diré la verdad y si alguien me miente de forma descarada, seguiré diciéndola; confiaré y si alguien traiciona mi confianza, seguiré depositándola en los demás; jamás causaré dolor y si alguien me hiere, nunca me vengaré ni responderé con más dolor; amaré y si alguien me traiciona, seguiré amando; ayudaré a los demás y si alguien me niega su ayuda, seguiré ayudando; seré bueno y si me responden con maldad, seguiré practicando la bondad... Así, mis actos tendrán una trascendencia y un significado, para mi y para los demás.

Quizá algunos digan que soy gilipollas; yo puedo decir que mi vida tiene sentido, soy feliz y tengo mi cabeza, mi palabra y mis pelotas en su sitio. Eso no lo cambiaría ni por todo el oro de este Mundo.

13 comentarios:

  1. Muy bueno e inspirador lo que escribís, solamente quiero recalcar que no es fácil encontrar personas que te comprendan, que comprendan "tu lugar personal en la historia" a través de todas tus pequeñas grandes hazañas, culturales, sociales, políticas.. y se puede hacer muy duro y solitario basar tus actos cotidianos en esos relatos inspiradores y que nadie sepa de que carajo estás hablando, o por lo menos valore tu lucha interna y su significado. Coincido con lo que decís, pero agrego esto porque creo que no es tan fácil, y el hecho de que se reconozca que es una "empresa difícil" quizás la haga mas amena. Me pareció muy bueno que la conclusión más allá de todo sea el de valorar la verdad, la vida, el respeto y el amor. Eso es lo que termina importando.

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  2. Haciendo un apunte al primer párrafo:

    Puede que no haya un conflicto entre instinto y razón, puede que la razón sea producto de nuestra evolución. Yo creo que nos enfrentamos más a la lucha entre unos deseos finales y unos deseos primarios, por llamarlos de alguna forma. Hay deseos primarios que nos impiden realizar nuestros deseos finales. Por ejemplo: yo quiero comerme un dónut (deseo primario), pero no lo hago porque quiero tener una buena figura (deseo final). Quizá el problema sea que nos abandonamos demasiado a los deseos primarios.

    Este post, da para más que este simple apunte, aún así.

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  3. Jodie, coincido. La búsqueda del sentido es un proceso personal que puede pasar desapercibido, pero también creo que a la larga, acaba repercutiendo en la felicidad de los que te rodean.
    Me alegro de que te haya gustado!

    Javier; tienes razón. No obstante, yo interpreto este conflicto desde la perspectiva de la búsqueda de sentido. Siempre en el ámbito de las acciones potencialmente trascendentes. Eres un crack xD

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  4. Agrego algo más: creo que los impulsos irracionales de los que hablás no construyen a uno mismo siempre y cuando en la oposición de fuerzas se los vea como "lo negativo", más que una contradicción trágica debería ser un complemento, aceptado y nunca reprimido en si, sino expresado, y ahí entra el rol del arte, el humor y de las experiencias comunitarias, maneras de vivir experiencias dionisíacas, que fluyen dentro de un orden social para después no andar derrapando en solitario con prostitutas y alcohol por ser tan reprimido, aspirando a ser Gandhi o que se yo XD

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  5. jajaja yeah, te refieres a la sublimación de los instintos, no? Es decir, canalizarlos y transformarlos en algo socialmente aceptable. Así podemos mantenernos sanos.

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  6. claaaaro, osea coincido con vos, pero coincido mas con verlo más de esa manera, como la sublimación, en vez de decir que "creo necesario que, en estos tiempos tan difíciles para las esencias y el sentido, sometamos nuestros impulsos a la razón, contemos con unos valores fuertes y una moral estricta que nos permita desarrollar una conducta trascendente y llena de sentido".., Me copa en parte lo que decís pero me suena mucho al discurso de la Ilustración y la Modernidad, y esas graaaandes aspiraciones traen grandes decepciones y frustraciones.. Mi opinión fue cambiando al contemplar mas cosas a medida que volvía a releer el post :D

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  7. Sí sí... creo que decimos lo mismo pero de forma diferente.

    Según Freud, el superyo está formado por la interiorización de la cultura, los valores, la moral, etc. El 'yo' somete los impulsos del 'ello' al superyo y los hace socialmente aceptables (sublimación).

    Yo lo he expresado de una forma grandilocuente, porque soy gilipollas y me mola ese rollo, pero al final es lo mismo, creo.

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  8. wow, es verdaderamente increible!!
    ya te había dicho que me gusta muchísimo tu forma de pensar y el enfoque que le das a las cosas... pero es que esta vez te pasaste, por mi parte te concedo la razon en todo lo que dices, pero es cierto, en realidad es algo muy muy comlicado intentar hacer comprender a la gente de hoy todo esto... ya que viven pegados a tonterías triviales y materiales que no sirven de nada.
    Ahora, tu te centras de cierta forma en la autorrealizacion y construcción de la personalidad como trascendencia, pero yo te propongo otra cosa... incluso esas (la personalidad y autorrealización) son cosas meramente humanas, no sé qué será de nuestras almas después de la muerte, pero yo, personalmente, creo que sí habrá algo, no sé qué, pero creo que la verdadera vida es esa, algo mucho más allá... así que a lo que me refiero es a que, incluso esa autorrealización y esa personalidad serán cosas que como dices, enriquecen la vida terrena del ser humano y ayudan a vivir de cierta manera, a conseguir felicidad verdadera (cosa que está más que bien n_n), pero que para la trascendencia de la que yo hablo, tampoco son estricatmente necesarias... lo único verdaderamente importante sería, como dices, amor, verdad, confianza... ¿qué opinas...? =)

    saluditos!! =D
    (PD. cambie mi nombre de usuario, pero ya te había visitado, recuerdas? soy Muñeqitap de Trapo...* jiji)

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  9. *La niñap qe iiora en tus fiestas….!!♥ me encantan tus comentarios. Eres capaz de ver más allá de lo que perciben tus ojos y eso, hoy en día, puede considerarse una gran habilidad cognitiva :)

    Siento haber tardado tanto en contestar, he estado MUY ocupado xD
    P.D. Agrégame al Facebook, si tienes.

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  10. Sara, ¿grande? Tú eres bonita y no te lo echo en cara xD

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  11. Vaya, pensaba que era yo sola la que pensaba así, tan rodeada de personas que o bien son unos pasotas que se dedican a follarse todo lo que pilla y a hundir a los demás. En serio, me sentía como un bicho raro, porque me doy cuenta muchas veces de que soy muy estricta conmigo misma, porque tengo unos principios muy fuertes. ¿Y por qué soy tan estricta y no vivo a tope la juventud como los demás? Pues porque sé que si o hiciese me sentiría mal conmigo misma y sería una decepción para los que tienen depositadas sus expectativas en mí. Y porque al seguir mis pautas internas me siento muy bien, y me alegra ver a la gente bien también.

    Aunque algunas veces deseé tener más malicia para adivinar cuando alguien me está engañando o me odia a pesar de ponerme buena cara. Si yo tuviese malicia, me convertiría en una conspiradora como los que así lo hacen, lo cual casi prefiero que por ser buena me confundan con tonta y me la metan doblada antes que ser como ellos.

    Saludinos!

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