Nuevo impuesto de circulación

Ayer entró en vigor la normativa que limita la velocidad a 110 Km/h en las autovías españolas. Con esta norma, el gobierno ignora el desarrollo tecnológico, la mejora de infraestructuras, la evolución y el progreso de las normativas y las tendencias internacionales, las declaraciones de los líderes de opinión, el sentido común y, por último y siendo lo más significativo, ignora la opinión de los ciudadanos.

Me cuesta explicarme como en la plena era de la información, no se aprovechen las posibles vías de participación democrática y pueda haber esa terrible ruptura entre los intereses del gobierno y los de los ciudadanos. Lo más lógico hubiese sido comunicar de forma detallada las ventajas de la nueva norma, convencer a los españoles del beneficio que aportará a la economía del País y someterla a votación; pero no, otra vez aprueban de forma subrepticia una ley ridícula y la lanzan de forma violenta a los ciudadanos, quienes sólo pueden limitarse a encajar el golpe, como si de un arma arrojadiza se tratase.

Quizá sea un poco conspiranoico, pero la verdad es que sólo puedo pensar en la pobre justificación sobre la que se sustenta la norma (el ahorro de combustible, equivalente a 12 días de consumo) y en el futuro aumento de más de un 100% de las multas de tráfico. Todo me hace pensar en que esta nueva norma es un impuesto indirecto más, que refleja las pobres dotes de gobierno y gestión económica que tiene el PSOE.

Que tenga 21 años y esté desencantado de la política es muy triste. Lo que hay es malo y la alternativa es peor.