Así que intenté reflejar en la fotografía, cómo los extremismos ideológicos y las etiquetas suponen un obstáculo para el diálogo y el entendimiento social, lo cual conlleva la perdida de todas aquellas alternativas moderadas y enriquecedoras que pueden mejorar nuestra sociedad. Para expresar este mensaje, usé una composición simétrica, formada por tres elementos básicos:
- A los extremos de la foto, podemos ver a dos jóvenes, que simbolizan los extremismos ideológicos. A la izquierda, encontramos a un joven caracterizado de perroflauta, quien simboliza la extrema ideología "de izquierda", la perspectiva antisistema más agresiva, las críticas nihilistas hacia el sistema, etc. A la derecha, hay un joven vestido de yupi, quien simboliza la defensa del capitalismo salvaje, el beneficio económico por encima de las personas, etc. Como dije, estas dos figuras representan los extremos.
- En el centro y simbolizado por una joven, se encuentra el término medio, el acuerdo al que se llega a través del diálogo, la moderación multiperspectivista y enriquecedora.
Estos tres elementos se interrelacionan a través del lenguaje escénico y visual: los dos jóvenes se señalan y se amenazan, se muestran inamovibles y enclaustrados en los extremos y no están dispuestos a ceder ni un centímetro de su posición. En el centro, la joven está abandonada y decaída, por lo que deja un gran vacío en el centro de la composición, que representa el vacío nihilista de nuestra sociedad. De este modo, se representa a los jóvenes como culpables directos del problema, ya que son incapaces de ayudar a la chica (moderación), por no estar dispuestos a dialogar con el otro extremo y salir de su posición. Así que el vacío dejado por la moderación, continuará existiendo hasta que estos dos jóvenes dialoguen, se reconcilien y sean capaces de caminar hacia la moderación, para ayudarla a levantarse y construir juntos unas alternativas que ayuden a mejorar la sociedad desde una perspectiva enriquecedora. Nada se arreglará mientras sigan existiendo "fachas y rojos" o "derecha e izquierda"; tenemos que trascender esas etiquetas y potenciar los aspectos metodológicos y procedimentales basados en el diálogo y la moderación.
Ganó otra serie de fotos a limpiadoras.
No critico el criterio del jurado, pero estoy seguro de que algunos alumnos presentaron otros proyectos más creativos y complejos; ese tipo de temática basada en la realidad social tuvo su época, pero a día de hoy es repetitiva, cansina y poco creativa. Todos sabemos que las limpiadoras son muy trabajadoras, que tienen familia y una hipoteca que pagar. Lo vemos todos los días en la televisión, en esos programas que describen la realidad y sumen nuestra mente en la más absoluta pasividad contemplativa. Simplemente digo que en una universidad deberían darle voz a propuestas que transmitan un mensaje crítico y constructivo.
En absoluto digo que mi fotografía mereciese el premio; es más, si me lo hubiesen dado (un iPod Touch), lo hubiese rechazado, pues lo único que quería era transmitir esa necesidad de ser moderados y abrirse al diálogo, para construir alternativas útiles y enriquecedoras. Mi premio hubiese sido la voz. No obstante, he comprendido que no hace falta estar licenciado en tres carreras -por ejemplo-; tú, por el simple hecho de estar leyendo estas palabras, le has dado más importancia a este mensaje. Por ello, intentemos huir de los extremismos, de las criticas destructivas y de las etiquetas y mantengamos un diálogo fluido con los demás, para construir juntos alternativas y propuestas que puedan mejorar la sociedad.
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