Por una democracia real

Hace tres años que puedo votar; ésta debería ser la segunda vez que lo hago, pero ¿para qué? Es lo que os habréis preguntado bastantes veces, pues cómo yo, ya estáis desencantados de la política.

La política española se parece más a una rivalidad comercial entre dos fabricantes de protectores solares que a una autentica democracia. Esto es debido a que el sistema político ha desarrollado dos partidos iguales, que intentan construir sus diferencias en base a una comunicación persuasiva que potencia la forma, en vez del contenido. Muchos de vosotros os habréis sentido frustrados, cuando los informativos os han introducido en esa perpetua espiral de mensajes vacíos que intercambian los líderes políticos, más propios de un patio de recreo, que de ese ágora moderna que deberían ser los medios de comunicación de masas.

Sin embargo, no critico el sistema bipartidista, sino que lo apoyo; no me importa que salga electo el PP o PSOE, ya que en teoría somos nosotros quienes vamos a gobernar. Además, ambos son prácticamente iguales y, lo más destacable, moderados. Lo importante es que el simple hecho de votar a un candidato, supone un acto simbólico que repercute en la dimensión sociocultural de nuestro país y legitima la democracia. Además, el bipartidismo garantiza que el ámbito político no se fraccione en representación de decenas de ideologías y nuestro gobierno se transforme en un hervidero de conflictos, lleno de pequeños partidos que lucharían por los intereses específicos de pequeños colectivos y no por los intereses comunes. Por último, este sistema garantiza la estabilidad y protege al pueblo de las posibles influencias negativas que puedan ejercer algunas ideologías, que, en ciertos momentos de crisis, pueden parecer atractivas para las masas; como en su día lo fue el nacionalsocialismo en Alemania. No quiero que en un pueblo lleno de pijos, salga electo el PPFF (Partido Pro Francisco Franco) ni que en una ciudad donde abunden los frikis, salga electro el Partido Spiderman.

Sin embargo, sigo descontento con nuestra democracia; ¿por qué? Porque no existen las suficientes vías de participación y comunicación. Es decir, una vez que elegimos a nuestros representantes en el poder, las vías de comunicación entre ellos y nosotros se rompe. ¿Qué más me da si hay cientos de partidos entre los que elegir, si después de haberlos escogido, van a hacer lo que quieran durante cuatro años y todo va a seguir igual? Por ello, no critico el bipartidismo, sino la escasez de vías de participación y comunicación democrática, mediante las cuales, los ciudadanos puedan tomar parte en todas las decisiones importantes que se tomen en el País. Me resulta aberrante que en plena era del auge de las telecomunicaciones, cada vez se reduzca más el nexo comunicativo entre el ciudadano y sus representantes.

Analicemos una de las aberraciones políticas cometidas por el PSOE en su actual candidatura: la Ley Sinde (también conocida como "un paso hacia atrás en el ámbito cultural" o "de vuelta al Pleistoceno") En una democracia verdaderamente participativa, el gobierno hubiese usado los medios de comunicación de masas para informar de forma objetiva a los ciudadanos sobre las ventajas e inconvenientes de la Ley Sinde; para que después estos, en pleno uso de su libertad, inteligencia y derechos, hubiesen transmitido su feedback a través de una votación, con el fin de comunicar si la aceptan o no. En este proceso vemos los tres ingredientes básicos de una democracia real: información + alternativas + participación = libertad.

No obstante, ¿qué ocurre? Que los políticos sólo transmiten mensajes vacíos de contenido y los medios de comunicación de masas se desaprovechan; los informativos hablan de cosas irrelevantes e intrascendentes y los programas de entretenimiento y realidad están colapsados por Belén Esteban y su competencia; imposibilitando toda comunicación de calidad. Y si los gobernantes no transmiten una información de calidad, los ciudadanos no pueden ofrecer respuestas mejores; pues esto sería como lanzar un comentario inteligente en una discusión absurda. Así, se bloquean las vías de comunicación democrática, no se hacen votaciones y el partido de turno suele gobernar según las necesidades de ciertos lobbies o grupos de presión, como pueden ser los bancos, poderosos grupos económicos o la SGAE. Así podemos verlo en la siguiente gráfica:

Click para ampliar (aunque eso ya lo sabíais)
O visto con un poco de humor:

Así que, lo que debemos reivindicar es que se eliminen todos los obstáculos y se restablezcan esas vías de comunicación entre los ciudadanos y sus representantes; que haya un flujo de información bilateral: descendente y, sobre todo, ascendente; que los medios de comunicación de masas dejen de ser un espectáculo y comiencen a articular una verdadera democracia; que echen a Belén Esteban de Tele Cinco; es más, que cierren Tele Cinco; que los políticos transmitan la realidad de nuestro país de forma objetiva y dejen de decir chorradas; que se usen los medios de comunicación, en especial Internet, para garantizar la participación democrática a través de numerosas votaciones; que los gobernantes nos representen y luchen por nuestros intereses. Sólo así, nuestra democracia será totalmente real.

Sé que muchos envidiarían nuestra democracia y el bienestar que nos proporciona, pero aun podemos mejorarla mucho más.

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