¿Por qué la Iglesia detesta los desnudos?

A lo largo de la Historia, la Iglesia Católica ha mostrado una gran aversión hacia cualquier expresión cultural o conducta que muestre desnudos humanos. Una de las principales causas de esta extraña norma moral radica en que el erotismo es un agente dinamizador de la percepción y una de las mayores vías de conocimiento para el ser humano -como dijo Platón-.

Para cualquier individuo, el hecho de observar un cuerpo desnudo despierta sus ansias de ver, de percibir y, en definitiva, inicia un camino de conocimiento que puede sacar a su mente del letargo intelectual inducido por la Iglesia mediante unas formas de comunicación frías, empobrecedoras y dogmáticas, que limitan el conocimiento humano, dinámico y racional. De este modo, el lenguaje icónico usado por la Iglesia priva al creyente de todo estímulo erótico, que pueda dinamizar la percepción individual y alterar a largo plazo su discurso hegemónico. Además, a parte de vetar el sexo como vía útil e inicial de conocimiento, también lo convierte en un tabú y lo desnaturaliza para asegurarse de que el creyente está a salvo de la razón, con las perjudiciales consecuencias que ello ha provocado en la cultura occidental -enfrentada directamente con la naturaleza humana-.

Esta estrategia comunicativa puede extrapolarse a la mayoría de religiones, pues a éstas poco les interesan aquellos estímulos individuales que potencien las interpretaciones originales y creativas, que puedan poner en peligro el discurso social religioso que legitima unas estructuras de poder -generalmente injusto y desigual-.

Ahora, ya sabemos por qué a la Iglesia está en contra del sexo: no quieren que sepamos. Por ello, desde aquí quiero seguir luchando contra el ya más que desgastado discurso religioso: Xvideos, Xhamster, Pornotube...