La euforia por ser diferente nos está llevando a límites estéticos que ni siquiera sospechábamos, pues curiosamente la búsqueda de esa diferencia suele buscarse a través de la decoración y los accesorios. Lo cual da lugar a una contradicción, ya que estás cosas son en apariencia diferentes, pero contienen un elemento subyacente que las hace iguales: una actitud vital similar en todos los casos (buscar la diferencia a través de la estética)
Esta paradoja sólo se romperá, cuando aceptemos que en esencia somos iguales y que la única diferencia individual sólo puede alcanzarse a través del sentido vital que construimos a través la totalidad de nuestras acciones y decisiones trascendentes y llenas de significado. De este modo, lo que somos, lo somos gracias a lo que nos dan los demás y aceptamos con humildad (educación, lenguaje, amistad, emociones...) y lo que CREAMOS con ello, es decir, aquellas cosas trascendentes y susceptibles de ser disfrutadas por nosotros y todos los demás (arte, críticas constructivas, solidaridad...)
Ser diferente implica reconocer lo que nos hace iguales y mejorarlo, para nosotros mismos y los demás.
Eso sí, ante todo respeto y que cada uno se vista como quiera xD
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