Primos

Todo el mundo tiene un primo que estuvo trabajando en una carnicería, y, fueron tan grotescas y desagradables las cosas que allí vio, que se volvió vegetariano.

Todo el mundo tiene un primo que se pasó bebiendo Redbull, tomó cuatro latas en pocas horas y fue ingresado en un hospital con problemas cardíacos. No hablemos de aquella vez en la que el primo de ese primo mezcló dicha bebida con Vodka, pues creo que jamás lo llegó a contar.

Todo el mundo tiene un primo que evita esa carretera gracias a la cual llegas antes a tu destino, porque en dicha vía hay un radar que siempre lo multa sin piedad.

Todo el mundo tiene un primo que siempre se encuentra con un control policial cuando bebe y conduce.

Todo el mundo tiene un primo que trabajo en un McDonald's y fue explotado al máximo. Eso sí, le dejaban comer las hamburguesas que quisiera.

Todo el mundo tiene un primo que estudió una carrera de humanidades y ahora no encuentra trabajo.

Todo el mundo tiene un primo que trabajo con tal o cual famoso. Ese primo jura que vió como tal o cual famoso consumía coca.

Todo el mundo tiene un primo que conoció a Melendi. Ese primo jura que Melendi no consume drogas, ni alcohol.

Todo el mundo tiene un primo al cual atracaron unos canis en Sevilla.

Todo el mundo tiene un primo que se partió una extremidad practicando nosequé deporte.

Todo el mundo tiene un primo que vive en el extranjero; dicho primo tiene problemas para comunicarse y le detienen en el aeropuerto mes sí y mes también.

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Suerte que tenemos a nuestros primos, valientes y arriesgados donde los haya, si no, nos veríamos obligados a cuestionarnos las cosas, a arriesgarnos a hacer cosas o a buscar un modo alternativo para hacer legítimas nuestras palabras acerca de las cosas.