Pseudoamor

El amor es un concepto difícil de definir, pues hace referencia a una de las emociones más complejas que puede sentir el ser humano. Eso lo sabemos todos. Pero siempre podemos reflexionar y realizar una serie de aclaraciones conceptuales que nos ayuden a esclarecer el tema. En primer lugar, debemos establecer una diferencia básica y necesaria entre amar y gustar:

• Gustar: A veces sentimos que nos gusta alguien, lo cual implica una atracción producida por diferentes motivos. Te gusta alguien cuando piensas que tiene unos ojos bonitos, que es una persona simpática o simplemente cuando te quieres tirar a esa persona. Gustar significa que conoces una de las facetas de una persona y te parece agradable. Gustar significa atracción física, sexual o emocional. Esa atracción puede crecer y convertirse en una necesidad incipiente, la necesidad de conocer a alguien, de saber cómo es, de crear algo. Gustar es el paso previo al amor, que no necesariamente tiene que culminar con éste. Una relación puramente física puede acabar en amor, un flechazo puede acabar en amor, pero no es amor. Se puede manifestar de diferentes maneras: "me gustan tus ojos", "creo que eres una persona muy bella"...

• Amar: El amor romántico surge entre dos personas cuando estas se conocen a fondo, cuando alguien conoce los defectos de otra persona y aprende a tolerarlos, cuando aparece una placentera dependencia y necesidad de aquella persona a la que amas o cuando estás dispuesto a sacrificarte por ella. Lo más importante de todo, es que amar implica conocer a la otra persona. Recordamos lo que era gustar: conocer una de las facetas de alguien y que te resulte placentera: su risa, su forma de ser... Pero amar es conocer a alguien en su totalidad con todo lo que ello implica, pues en su totalidad ninguna persona es perfecta y en consecuencia tendremos que sacrificarnos para soportar los defectos de alguien, a cambio del placer producido por aquello que nos gustaba. Una persona te puede gustar cuando la conoces, pero no se puede amar a alguien en dos días. Se manifiesta con verbos que hacen referencia a ese sentimiento: "te amo", "te quiero"...

*También distinguimos otros tipos de amor, que ahora no vienen al caso: amor platónico, amor fraternal, amor filial, amistad o el amor por nosotros mismos (me refiero a la autoestima y esas cosas... no me refiero a cuando te tocas tu cosita, eso es más propio del amor platónico xD).

Concluimos que el tiempo es un factor clave a la hora de amar, porque esta emoción necesita del conocimiento mutuo, que posibilita una estabilidad y un futuro en común con la persona que amas. Dependiendo del carácter o de la complejidad de la psique de las personas implicadas, el amor tardará más o menos en surgir: semanas, meses... pero difícilmente en días. Lo demás es atracción física o sexual, cosa que no es mala, como tampoco tiene por qué ser malo follar con alguien que conoces desde hace dos días... pero eso no es amor.

Bien, ahora que hemos arrojado un poco de luz sobre el tema os puedo explicar algo que he estado viendo estos últimos meses. Hace tiempoque vengo observando como algunas personas necesitan desesperadamente amar a alguien. Esa necesidad es anterior a la persona amada, es decir, ellos crean una necesidad y una categoría o hueco y necesitan llenarla o satisfacerla con cualquiera que se presente. Ese tipo de amor no es una cosa de dos, es una necesidad unipersonal. Todo esto contradice lo que anteriormente leímos, por lo cual, yo clasificaría a este tipo de sentimientos como pseudoamor, es decir, amor falso. Este tipo de persona no se enamora de alguien, sino que cualquiera puede ser objeto de su amor ficticio. Es decir, ocurre que a ellos no les gusta alguien, sino que buscan a una víctima a quien amar, reducen a los sujetos a objetos, la persona amada no importa, porque lo único que buscan es saciar su necesidad de forma rápida. Es como si el amor se convirtiese en una especie de droga para ellos, como si se volviesen adictos a un sucedáneo fácil, rápido y efímero de la felicidad. Pero como a todo drogadicto, su droga termina pasándole factura, pues ellos no esnifan cocaína o se inyectan heroína, sino que consumen personas.

Sigamos avanzando y conociendo a este tipo de personas y su necesidad de pseudoamar. Según lo que he observado, es muy frecuente que este tipo de relaciones se fragüen o comiencen en la red, pues estas personas utilizan las redes sociales para conseguir su droga, ya que es un medio fácil y rápido para conocer personas, no requiere de talentos o dotes sociales, ni te vincula a alguien de forma permanente, por lo que si algo va mal, con un click se acabó todo. No sé cuál será el mecanismo psicológico y emocional que les lleva a elegir a su siguiente víctima, aunque como cualquier yonki con síndrome de abstinencia, tampoco le importará que su próxima dosis de pseudoamor vaya a ser proporcionada por una persona que no coincide con sus gustos. De todas maneras, pronto se acabará y buscará otra dosis.

Ya hemos visto quien origina todo esto y cuáles son sus necesidades, pero ¿cómo se manifiesta? Es fácil identificar a alguien desesperado: Generalmente, de buenas a primeras, le hará la pelota a su víctima y más tarde entrará a saco y sin contemplaciones. De forma subrepticia le soltará cosas como: "te amo", "eres lo mejor que me ha pasado en la vida", "te quiero"... Por el amor de Dios... ¿Cómo puedes decirle eso a una persona que sólo conoces a través de internet y desde hace dos días? Lo peor, es que cuando se dé su chute y el placer haya acabado, escogerá a otra persona y volverá a decirle: "te quiero", "te amor", "te adoro"... Estas personas vomitan palabras vacías y usan una dialéctica falsa y descarada que a mí me parece realmente vomitiva. Se valen de las emociones más bonitas que el ser humano puede sentir y de las formas que tenemos para expresarlas, para saciar sus necesidades y con ello devalúan el significado y sobre todo el sentido de verbos como amar o querer, pues los usan de una manera asquerosa, repugnante y falsa. Y tengo aquí el motivo que me ha llevado a escribir esto. Durante un tiempo, le cogí asco a estas expresiones, vi como el verbo amar era prostituido y puesto al servicio de personas que sólo querían satisfacerse a ellas mismas.

Pero las palabras no tienen la culpa, ni la responsabilidad sobre su uso, sino que es quien habla el que ostenta tal responsabilidad. Por eso no me avergonzaré más de leer, escuchar o pronunciar estas palabras, sino que, como debe ser, sentiré vergüenza ajena y lastima de quien las use de forma vana e irresponsable.

Por favor, aprendamos a conocer nuestros sentimientos y sobre todo a expresarlos, no nos portemos como quinceañeros. Si queremos follar, hablemos de sexo, si alguien nos gusta, le decimos cuan bonitos son sus ojos o lo bien que nos cae y si de verdad amamos a alguien, digamos "te quiero". El amor es algo muy importante, no es un juego, demosle el valor y el respeto que se merece.