Extrañas sensaciones

¿Nunca habéis tenido la necesidad de poner en común con otra persona algo que habéis sentido? Especialmente si esa sensación es tan extraña y subjetiva, que os resulta casi imposible definirla con unas palabras concretas. No me refiero a la alegría, la tristeza, la felicidad o el amor, me refiero a sensaciones mucho más extrañas, menos generales y menos abstractas, pues lo más común es que surjan directamente de la estimulación de los sentidos, de algo concreto y que se repitan hasta hacerse estables en nuestra psiqué. Lo único que tiene de universal, de general y de abstracto es esa atractiva extrañeza que tiene para nosotros mismos. Además, la imposibilidad de comunicar esa sensación única y exclusiva hace que ésta sea aun más atractiva para nosotros mismos, porque eso la convierte en algo aun más extraño, es como nuestro secreto, nuestra propia información privilegiada e incluso parte de nuestro propio yo. Pero como todo secreto, por muy especial que nos haga sentir, estamos deseando comunicarlo a otras personas.


En mi caso, me gustaría saber si alguien comparte conmigo una extraña sensación basada en la atracción por lugares misteriosos, acogedores o con un extraño encanto. No me refiero a esos lugares tópicos y paradigmáticos del tradicional misterio y embrujo al que la literatura más romántica suele hacer referencia, es decir, ruinas, cementerios, etc. Tampoco me refiero a lugares, ya sean reales o ficticios, cuyas características se describan en famosas obras de arte, sino que me refiero a lugares estrictamente reales, sitios y rincones que son únicos para la persona que las contempla y quizá para nadie más, pues puede que sólo una persona haya sabido darle un misterioso significado a los detalles que lo componen. Es decir, ese sitio no tiene por qué tener algo especial, sino que es la persona quien en su subjetividad lo percibe como algo encantador, misteriosamente bello, extrañamente relajante...

Por ejemplo, el otro día iba caminando por una calle. Estaba situada en un barrio obrero, rodeada por altos bloques de pisos y era algo estrecha. La sombra era abundante, pues los edificios sólo dejaban entrar un poco de Sol, de tal manera que sólo se proyectaba una estrecha raya de luz en el suelo de la calle. Era una calle bastante fresca y eso lo noté tras entrar en ella tras abandonar una soleada avenida donde hacía una calor tremenda. Mientras caminaba fresquito, vi que había varias personas sentadas en la puerta de un bar cutre, un bar de menú, mesas y sillas de plástico blanco en la puerta y carteles rotulados a mano donde el dueño había escrito con una caligrafía sosa los platos del día. Su cutrez era tal, que habían comprado el local adyacente para poner más mesas y aun no había eliminado el nombre del anterior negocio: "Peluquería de señoras". Se oía un poco de jaleo, el murmullo de las personas que estaban allí. Más adelante, gire en una esquina y entré en un pequeño y silencioso callejón. La arquitectura de los edificios era pobre, paredes llenas de grafitis, desconchones y algunas recubiertas por esos típicos ladrillos rojos y estrechos, colocados de forma horizontal. Tras avanzar un poco, vi un patio amplio, ahogado por la verticalidad y la tremenda altura del edificio en el que se encontraba. Era la base de uno de esos huecos situados en el interior de algunos bloques de pisos y a él asomaban dos o tres ventanas de cada casa, dónde los vecinos tienden cuerdas para secar la ropa. El patio estaba protegido por una reja de color verde oscura algo oxidada y a él se accedía a través de una puerta muy estrecha y frágil, como si fuese de adorno y no tuviese nada que proteger. Rápidamente me apoyé en ella y sentí un aire fresco bastante agradable. El patio era una mezcla de orden y caos, noté que alguien lo cuidaba, pero era un tremendo desorden. Observé muchas macetas distribuidas sin ningún orden aparente, llenas de flores en las que, aparte del verde, abundaba el color rojo. Las plantas estaban muy bien cuidadas, por lo que sugerían la presencia frecuente de una persona. Esta deducción lógica era lo único que rompía la sensación de soledad que transmitía el sitio, era como si constantemente alguien vigilase el patio desde una ventana, pero sin mostrarse. Las macetas se apilaban alrededor de unas escaleras muy estrechas que descendían hacia una puerta metálica, pintada de un color oscuro. Sobre esta, había una vieja bombilla cubierta de polvo y protegida por unas final varillas de metal, parecía que llevaba mil años fundida y sin encenderse. De pronto, cuando percibí todos esos detalles: el aire fresco que salía de la reja y aliviaba el calor, el agradable olor de las flores, esa mezcla de caos y orden, trastos inútiles e inservibles ordenados en cajas, el silencio y la extraña y misteriosa sensación de soledad que transmitía el sitio, sólo rota por la presencia contenida de un supuesto guardián de aquello. Pero sobre todo, aquella misteriosa puerta del sótano... ¿qué guardaría? ¿Qué habría tras ella? Un solitario escritor, un artista excéntrico, un científico chiflado o puede que sólo fuese un sótano donde los canis del edificio guardan las motos. Así que, queda demostrado que lo que la puerta guarda es la duda, el misterio.

Como veis, son detalles sin importancia que encuentran una conexión en mi subjetividad, en mis sentimientos, quizá en mis recuerdos más profundos, por lo que carecen de relevancia para otras personas, que no percibirán esa agradable y misteriosa atracción al ver ese lugar. También me pasa con la mayoría de calles sin salida, callejones estrechos y solitarios, ruinas de antiguas fábricas, que aun conservan enormes máquinas oxidadas... incluso mirando algunas fotos ¿Puede que sea nostalgia? ¿Que esos detalles estimulen mi memoria y saquen a flote recuerdos pasados que me son agradables? No sé... lo que quería destacar es esa sensación que provocan algunos lugares, esa misteriosa, extraña y agradable atracción, esa comodidad que nos transmiten, ese relajamiento que nos provoca la simple contemplación de sus detalles.


La pregunta que me hago es: ¿estoy loco o alguien ha sentido alguna vez lo mismo?

5 comentarios:

  1. Quizás estés loco, o quizás no. Sólo te puedo decir,que si tú estás loco, yo lo estoy aun más ya que a pesar de no haber estado allí, he sentido algo similar a lo que tú, así que deduce quién está peor de los dos...
    Por cierto, tu descripción es perfecta.

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  2. No, no estás loco, Rafa ><
    Te juro que a mi me pasa lo mismo con lugares abandonados... Una vez encontré fotos de un artista que se dedicaba a eso, a fotografiar sitios desiertos (fábricas, hospitales, mansiones...) y me quedé absorta, las vi todas...
    Y cuando, por aquí, paso delante de un edificio abandonado y, sobre todo, cerrado con un gran candado, me dan ganas de colarme dentro ><

    También fui de viaje de fin de curso y, en el campo, habían edificios de antiguos comercios entre los árboles... y porque estaban que se caían y habían avisos de peligro, si no de ahí no salgo hasta la noche xD

    La pregunta que me hago es: ¿Por qué eres tan grande, Rafa? *-*

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  3. :) a mi me pasa lo mismo pero en sitios un poco distintos un día puede ser una casona abandonada un día puede ser desde una colina del pueblo, ves cosas q no están, creas imagenes que no existen y sientes como si ya hubieses vivido o estado alli antes, es una sensación fantástica la verdad y no pasan muy a menudo, lo genial dura poco :s

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  4. yo paso por lo mismo desde pequeña, aun estaba en la primaria y me gustaba estar en medio de dos bloques de edificios en una villa militar, me encantaba como entraba la luz del sol por allí y andar por el caminito del borde de la acera ( aun me gusta hacer eso).
    aun recuerdo ese lugar y como me regañaba mi madre cuando me encontraba alli sola..

    tantas cosas curiosas que se ve cuando uno sale a caminar, mas aun cuando voy al pueblo de mis abuelos con mi familia,desde el camino en la carretera hasta llegar al lugar; alla siempre hay casas abandonadas o a medio destruir por el tiempo, y las famosas ruinas que estan llenos de secretos en todos lados...

    me gusta que existan personas que tienen sensaciones parecidas a las mias ya que donde vivo aun no las encuentro...o no las he buscado buscado bien... ;)

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  5. como si todos los pensamientos se fundieran y quedaran como recuerdo en lugares abandonados, y tu fueras el espectador de la soledad del lugar, creo que podría describirlo mas, pero la poesía esta en la pregunta.

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