El fallo esencial del sistema educativo español

Nuestra inteligencia es una realidad psicológica extremadamente compleja, que nace de la capacidad de abstracción que posee el ser humano y que le permite crear símbolos, memorizarlos, comunicarlos y aprenderlos, entre otras muchas tareas. Nuestra inteligencia es multidimensional y admite multitud de definiciones, según el ámbito en el que se desarrolle y la tarea que desempeñe. Yo destacaría estos "tipos" de inteligencia:
  • Inteligencia convergente: Se refiere a aquel tipo de inteligencia que sigue el camino de la lógica y sólo ofrece una posible solución. Es la más valorada en nuestra sociedad, por lo que es la que se potencia en los colegios, la que se mide en los test de CI, etc.
  • Inteligencia divergente: La inteligencia divergente es la creatividad, es decir, la habilidad que tiene nuestra mente para salir del camino establecido y crear una alternativa que de una solución original y eficaz a un problema dado. Al contrario de lo que podamos pensar, la creatividad no es un don innato y misterioso, sino que es una habilidad que puede medirse, estimularse, entrenarse y mejorar con diferentes métodos y ejercicios.
  • Inteligencia emocional: Se refiere a nuestra habilidad para detectar y gestionar emociones; es la base de las relaciones sociales, pues permite la empatía, la reciprocidad y todos aquellos mecanismos psicológicos que nos permiten mantener relaciones sociales sanas, provechosas y enriquecedoras.
Y ahora me pregunto, ¿si nuestra inteligencia es multidimensional y tiene varias formas de funcionar, por qué el sistema educativo español sólo reconoce una dimensión? En los institutos sólo se potencia y se mide la inteligencia convergente, pero se abandonan las otras dos. Se enseñan métodos para resolver problemas lógicos, se hacen test de CI, se entrenan las habilidades mecánicas, pero no se enseñan ejercicios para estimular la creatividad y aprender a romper los modelos conceptuales, metodológicos y procedimentales que han sido establecidos. Tampoco se entrenan las habilidades emocionales y la capacidad para relacionarnos. De este modo, el sistema educativo español no reconoce la complejidad del individuo y produce una simplificación del mismo, pues lo reduce a una única dimensión de su inteligencia.

Según mi punto de vista, esto es bastante grave y puede perjudicar a largo plazo al progreso, al desarrollo sociocultural de nuestro país y la construcción de una democracia verdaderamente participativa, porque se están creando mentes incapaces de criticar y relacionarse. Por el contrario, si enseñamos a los niños a ser creativos, contestatarios, provocativos y a buscar alternativas originales a los problemas dados, estaremos creando mentes críticas, inconformistas y capaces de plantear nuevas ideas. Además, si potenciamos y entrenamos la inteligencia emocional, fortaleceremos el tejido social, ya que los individuos serán capaces de relacionarse de forma sana y enriquecedora; así, la sociedad tendrá una voz más fuerte.

No obstante, nada cambiará y podrá ir a peor, si seguimos entrenando a calculadoras humanas en los institutos, incapaces de relacionarse y de ser críticos. Por ello, creo sinceramente que deberíamos replantearnos el sistema educativo, basándonos en una perspectiva que reconozca la complejidad y la multidimensionalidad de los individuos y que aproveche toda su capacidad y la riqueza de su inteligencia.

Menos repetir materias y más conocimientos nuevos; menos conocimientos sustantivos y más métodos y procedimientos creativos; 10 asignaturas y 1 para aprender a cuestionar lo que se dice en las otras 10; más creatividad y más critica; que se enseñe en los institutos a gestionar las emociones y las relaciones sociales, para poder fortalecer la sociedad.

Sólo así, los individuos tomarán las riendas de su sociedad.


2 comentarios:

  1. Totalmente de acuerdo contigo. Nos enseñan a estar sentados como monigotes durante seis horas, oyendo sin escuchar a una persona que parece un loro sin alas. Y sólo para pasar un examen. Y entonces consigues distraer la atención sacando una discusión, pero te hacen callar y volver a leer esa retahíla de conocimientos "imprescindibles". ¿Y para qué? Para seguir estudiando. Porque claro, tienes que estudiar. Cuando planteas una posibilidad nueva siempre saltan "¡Con las notas tan buenas que tienes! Podrías conseguir lo que quisieses con ellas." Pero no hay opción para querer un camino distinto.

    El colegio sólo es un redil para mantenernos a todos calladitos, controlados y conformes, centrados en quedar bien, conseguir unas buenas notas y un buen trabajo.

    (PD: Perdón por la parrafada. Me he motivado u.u)

    Buen artículo *-*

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  2. Existe una asignatura que debería criticar lo que se "desaprende" en las otras 10. Se llama filosofía. He llegado a esta págin aprecisamente buscando datos que corroboren lo mismo que dices tú en la entrada y que es lo que les conté a mis alumnos ayer en clase (de filosofía, claro) pero resulta que a mi asignatura cada vez le quitan más horas.
    En fin, como tú dices... esto irá a peor

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