Pija VS Física, Fotografía y sentido común


Hace unos meses, estaba en el Mirador de San Nicolás, una posición privilegiada en Granada, desde la cual puede apreciarse la arquitectura exterior de la Alhambra y su perfecta relación con el entorno. Mientras gozaba de ese privilegio perceptivo, una mujer joven se acercó a mi, para pedirme el típico favor de turista: echarle una foto y convertirla en la figura de ese fondo monumental, para dejar constancia de su paso por allí. Algo totalmente normal, que supone la expresión de nuestro necesario deseo de trascendencia.

Así, me cedió su cámara Reflex y pronto advertí el detalle más llamativo; miré la esquina del aparato y supe que en mis manos tenía una Canon EOS 30D -un camarón carísimo-, que ya lo quisiese yo y unos tantos miles de personas que han recibido su par de clases de Fotografía, para convertirnos en amos de la luz. Pensé que me encontraba ante una auténtica aficionada a la fotografía y, en mi cabeza, ya vislumbraba una conversación sobre composición fotográfica o dominio de la luz. En esa situación, ¿quién sabía? Quizá incluso una charla sobre las proezas del Grupo f/64 o el estatus actual de la fotografía artística.

No obstante, todo esto comenzó a derrumbarse, cuando eché dedo a los botones y vi que la cámara estaba en modo automático; posteriormente, mis sospechas se materializaron con la pregunta que hizo la mujer:

-Perdona que te moleste otra vez, ¿crees que el flash llegará a la Alhambra? Es que está un poco oscura...

-No... no creo, está a varios kilómetros. (manteniendo la seriedad)

-Ah, no sé, es que no quiero que salga oscura, ¿qué se puede hacer? (gesto de duda existencial)

-No te preocupes, saldrá bien.

Esa situación asalta mi mente de vez en cuando y me saca una sonrisa. La gente es curiosa xD

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